martes, 23 de septiembre de 2008

¿COMO ACEPTAR QUE ME EQUIVOCO?


Por: Alma Lilia Joyner
Lo más difícil en nuestra vida, es aceptar nuestros errores. Cuando yo quiero tener la razón en todo e imponer mis criterios, cuando no puedo ver más allá de mi propia nariz y me dedicó a acechar y vigilar las acciones de los otros, no puedo contactar con mis propias conductas. Cómo afirma Berth Hellinger: Cuanto daño te hice que estoy tan enojada contigo. En ocasiones esa parte, oscura y difícil de nuestros verdaderos sentimientos, no es tan clara como queremos ver. A veces mis reclamos, mis enojos no resueltos me hacen ver en mi hermana lo que en realidad yo siento por ella y como soy incapaz de reconocer mis errores, el daño que yo ocasioné en su persona o en su vida, me enojo, de tal manera que me oculto y doy solo la cara que en concreto..es la más fácil, la del auto engaño.
Cuanto daño hice que me enojo contigo, es mejor así, no me hago responsable de mis errores y le adjudico al otro, lo que mi corazón enturbiado siente.
Tengo que enfrentar ese enojo y lo hago, culpando, creyendo que resuelvo lo que no quiero hacer yo. En el enojo se encubren verdaderos sentimientos de rechazo, de resentimiento, de rencor de desamor, de maldad, de hipocrecía. Es más sencillo decir,
"comentaron", "dijeron", "supimos que" y esconder la verdadera esencia de mi malestar. Me pregunto, ¿no es más fácil, dar rostro, dar el nombre de él o la persona que me hirió o se expresó mal, o me lastimó, que andar con rodeos? ¿Y si peor aun, defiendo asuntos que no son de mi incumbencia, o juzgo, o califico de bien o mal, problemas que no se refieren a mi persona, como si fueran mis problemas o mis asuntos? Esto se llama arrogancia, quiero resolver por otro, con una solvencia moral que no tengo, me lleno la boca con chismes que no me tocan, solo agranda más los problemas y me convierto en multiplicadora de conflictos. ¿no sería más sencillo, ocuparme solo de mi vida? ¿Cuál es la necesidad de mostrar a los demás, esa parte de "bondad" disfrazada que encubre mis críticas, el rechazo, mis culpas y se las echo a mi hermana, eso me hace sentir alivio momentáneo, porque en realidad incrementa mi oscuridad interior.
¿Como aceptar que me equivoco?
Con humildad, solo humildad y respeto por el otro al que dañé, herí, culpé de mis agravios. Soltar mis carencias, ver mis aciertos y fortalezas, no para presumir, sino para darme oportunidades de cambio en mi propia conducta...
Aceptar que el otro también siente y es capaz de tener virtudes, otras, pero reconocerlas, al negar al otro, también me niego a mi misma.
Soy capaz de encarar la verdad, mis omisiones, mis complicidades, mis corruptelas, mis oscuridades y maldad, hacerme tonta, para pasarla bien.
Cuando me alegran los triunfos y logros de mi hermana, cuando no envidio sus bienes materiales o inteligencia múltiples, cuando dejo de compararme y me valoro tal cuál, cuando acepto lo terrible y manipuladora que soy y aparento no serlo, cuando trabajo en mi misma, para mí, sin colgarme de otros para tener o alcanzar metas...Humildemente podré aceptar que me equivoco y que de los errores más grandes surge la luz, esa luz que todos tenemos dentro y que puedo ir hacia el firmamento de mis más depurados pensamientos para perdonar mis imperfecciones, primero, solo así, podré aceptar mis debilidades y aceptar a los demás tal como son, no cómo quisiera que fueran. Hoy por hoy, día a día, sólo así, quebrantando mis orgullos y mis vanidades...podré alcanzar a ver, que no soy infalible y que fallar es de humanos...y yo, soy tan solo un ser humano y nada más.

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