domingo, 8 de abril de 2012

El Remedio

FÁBRICA DE LETRAS.

REVISTA DÍ 1980
Por Alma Lilia Joyner

Hablaba. Los ojos vitales como crisol. Contando las palabras, para evitar descubrirse. Frente a él se desnudaba sin recelo. Era alto, rubio como espiga de trigo. Tenía la piel suave como ella y miedo, mucho miedo arrinconado en el alma.Solían tocarse. Lamer sedientos el sudor que los excitaba. Cada caricia se convertía en prolongada sensación que no reconocía el tiempo. Un sueño en la tarde o al despertar, la búsqueda descubierta ignorando el televisor y las recomendaciones familiares. Dos cuerpos ceñidos en un letargo.Hubo mucha curiosidad que aceptaban. Ninguno quiso traducir su experiencia como un acto de amor. No era necesario intelectualizar... los impulsos explorados adquirían otra dimensión. No era pecado acariciarse, sentir la piel por un instante. Después de todo, el suave palpitar agonizaría bajo el chorro de agua de la regadera. Sus padres siempre les expresaron: "Para bajar la temperatura, no había nada mejor que los fomentos con agua fría"

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