De: Alma Lilia Joyner V.
No
siento miedo, la helada muerte ya me jala, resisto sus devaneos nunca
me ha importado. Que venga, que me respire en el cuello, que brame de
enojo, hace tiempo preparé mis maletas. Nada me llevaré, a nadie
importunará mi partida. No siento miedo, tengo la corazonada que será
como un secuestro exprés... A la muerte la tengo sentada junto a mi,
ríe, se carcajea, se burla y me da lo mismo. No tengo cuentas sin
pagar, ni debo ni me debe nadie. Que venga, no le temo, ni siquiera le
huyo, su sonrisa desdentada me tiene sin cuidado, antes ya se ha
demorado, porque le simpatizo un poco.
No siento
miedo, tengo la confianza que será un camino seguro, no habrá regreso,
de eso tengo la certeza... Nada me llevo y nada dejo, hay de sobra en
el universo... quizá los ojos del cielo me miren con compasión. La luna
llena, el frío intenso y yo, paciente, libre cuando me llegue la hora.
No temo, estoy tranquila, totalmente en paz. A veces pienso que será
un momento y nada más.
Hace muchos años escribí
mi epitafio, en breve pagaré un servicio fúnebre que no les dejé
problemas a mis hijos, son ellos los que me importan, cargar al muerto
si que pesa, yo voy ligera, sin pretensión alguna, tal como llegué al
mundo lo dejaré y que venga, a la hora que tenga que venir, no siento
miedo es algo que no habrá que lamentar, que me dejen ir, que se suelten
las amarras, que sople el viento frío y la oscuridad me cobije de
pronto, nada me llevo, nada dejo, me suelto con la libertad que me dio
mi madre desde el día en que nací.
Existe algo mejor que morir libre? No lo creo, no siento miedo, estoy en paz!!
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